No te cortes y opina

Antes de huir deja tu huella

sábado, 13 de marzo de 2010

El día antes

Dios mío, esto más que un bautizo parece una boda.

Llevo unos días recorriendo tiendas y finalmente he creado el mostruo combinando marcas tal vez incombinables, mi frankenstein particular.

El caso es que mi chico llega mañana y va directamente al restaurante, y claro, me dijo: elígeme la ropa. No sabía qué hacer por más que abría el armario, así que esta tarde me he ido de compras y le he comprado: pantalón, camisa, zapatos (había una promoción de no sé qué y le he cogido también unos calcetines) y una parka.

Estaba yo tan tranquilo viendo pantalones y pantalones, cuando los he visto.... perfectos. La duda ha surgido con la talla, no sabía identificarla, así que he pedido sopitas a la rubia dependienta. Muy amable me ha explicado lo de la talla y el largo y me ha hecho la preguntita: ¿Qué talla usa usted? y yo he respondido: una 40. Esta es una 31 (he creído entender) así que le doy una 31 y una 32 para que se pruebe. Gracias (uno es muy amable). He ido al probador y he empezado por la 32. DIOS SANTO!!!! sólo me ataban 2 botones. ¿Qué tal le queda? dice la muy zzzzimpática.
eeehhh, necesito una talla más, bueno, traeme dos tallas más. ¿SEGUUUURO? y tan seguro. Finalmente me he cogido la 34 (en realidad es para mi chico, pero estamos parecidos de volumen) y todavía la chica metía el dedo en la llaga. Claro, uno piensa en la talla que usa y se lía entre la 40 y la 44. Pues la talla del pantalón que llevo (he mirado) es la 32 LISSSSTA (he pensado)

La camisa se la he cogido de la M (me queda estupenda) y la parka es una L, pero porque son de tallaje pequeño.

Ya tengo todo planchado, lo mío y lo de mi chico y soooolo me falta sacar los boxer.

Estoy de los nervios, espero no ir hecho un cuadro, sobre todo porque llevo un corte de pelo... sencillamente original, realizado por mí mismo, y no me ha apetecido ir en el último momento a la peluquería.

Me he estado poniendo la ropa, no me convence del todo, pero ya no hay vuelta atrás.

viernes, 12 de marzo de 2010

EL PADRINO III

Qué nervios

Espero ir más guapo que la madrina

DIOS MÍO he tenido que comprarme una talla L de camisa. El paso de S a M fue menos traumático, pero una L ...

Eso sí, me queda AMPLIA

viernes, 5 de marzo de 2010

EL PADRINO II

Ayer hablé con mi hermano y le expuse la cuestión y él me dijo que actúe en consecuencia con lo que yo piense y punto.

Mi madre me dijo que mi tía (85 años) va al bautizo y me dice: a la pobre le quedan ya pocas celebraciones. (No por cuestión de salud...)

Para tirarle de la lengua, le dije yo: "Ya le invitaré a mi boda"

Su respuesta ya la sabía: ¿Para qué te vas a casar? Luego viene el divorcio ¿No tienes bastante ya con uno? Yo me partía de risa porque mi madre es muy salada.

Y ella seguía: Pues tu tía no sabe nada (Ella, mi tía, nos ha visto a los gays juntos en casa de mi madre, en la comida de reyes, en el hospital cuando nació mi último sobrino, en celebración de cumpleaños, en entierros...) Me hubiera dicho algo, mi hermana no se caya. He estado muchas veces tentada de decirle "lo tuyo" pero hijo, hace unos comentarios cuando sale el tema de los gays.... que se me quitan las ganas, pero cualquier día se lo planto...

Mamá, eso es porque tiene prejuicios, pero si conoce a gente que gay y ve que es gente corriente, pues también irá cambiando esas ideas.

No sé, tu tía es una estremista. Yo creo que está perdiendo la cabeza

Así que mi querida tía octogenaria irá al bautizo... al más puro estilo Berlanga.

jueves, 4 de marzo de 2010

VIVA EL PADRINO!!!!!

Sí, la semana que viene, BAUTIZO. Mi último sobrino. Yo soy el padrino

¿Quieres que vaya al bautizo?

Pernam, ¿ te imaginas esta situación ?, en la que tu mujer te pregunte si quieres que vaya contigo al bautizo de tu sobrino (pongamos por caso que hay una estupenda relación familiar)

Ayer, por la noche, después de haber salido a las 17:00 del trabajo, pasar por casa de mis hijos, dejar hecha la cena, la comida de hoy (que voy a comer con mi Ex en su casa, después de una reunión en el colegio, precisamente para hablar sobre el cambio de centro escolar del mayor...) tareas, llegar a casa y hacer un poco de limpieza, llega mi chico y cuando él estaba preparando la cena me dice:

Eso sí, deja bien claro (a mi familia) que no me presenten como "un amigo", que no digan nada, que digan mi nombre y ya está, antes que decir que soy "un amigo". AdMiles, él también está cansado de "mentir", prefiere que no se haga ninguna referencia a qué relación hay entre nosotros. Pernam ¿Cómo crees que me sentí ayer, en la cocina, escuchando estas palabras? Pues triste. ¿Te imaginas yendo al bautizo de tu sobrino y que presenten a tu mujer como "una amiga de la familia"? Supongo que no irás por la calle con un cartel que diga: "esta señora es mi mujer" y no lo digo por que sea posesión tuya, sino por la relación que hay entre vosotros, no quiero desviar la atención.

Y hoy hablaré con mi hermano y le diré todo esto, porque tampoco voy a ir yo a estropearle el bautizo de su hijo con "batallas gays" . Y espero que no diga como las hermanas de A ... mejor que no vaya por el bien de mamá.

Y me siento egoísta, porque pretendo que mi madre, mis hijos, mis hermanos, cuñadas, mis sobrinos, incluso mi Ex, me comprendan, me acepten y se sientan orgullosos. Es hora de asumir que si no me aceptan no va a ser tan terrible como si no me acepto yo mismo. Y a mi chico le meto en todo este lío, pero este lío ... es nuestra vida.

Veremos cómo termina

lunes, 1 de marzo de 2010

Crisis de identidad OTRA VEZ

Es algo recurrente, pero la visibilidad es una de mis preocupaciones, y lo es, porque no me hace sentir bien esta indefinición que me caracteriza. Me condiciona en situaciones concretas, como el domingo mismamente en el dichoso fútbol. Fuimos juntos, mi chico y yo y me pongo tenso e incluso creo que llego a ser desagradable, porque estoy en una especie de tensión que no desaparece. ¿Qué hay detrás de todo esto? pues sinceramente, yo creo que no me acepto a mí mismo... lo que soy. Ayer me dijo mi chico que últimamente me mosqueo mucho y eso no me gusta.



Hay muchos aspectos de mí mismo que tengo que aceptar y ése es uno más. Creo que la cuestión de ser gay me está agobiando, es como si lo tuviera constantemente ahí, presente, en cada cosa que hago, con cada persona que estoy, a excepción de los lugares donde se sabe que lo soy y con las personas que lo saben, ahí, estoy relajado, en casa, la familia, el trabajo (los compañeros más cercanos).



Pienso que me gusta la vida que tenía antes, compartiendo la vida con mis hijos, lo que es imposible porque mi vida es otra. Y lo que no sé es qué eligiría, si pudiera elegir entre ser Homo o Hetero . Cloro que como no puedo elegir debería dejar de pensar esas cuestiones, sobre todo por salud mental.

Así que voy a poner las ventajas y los inconvenientes en la balanza de AdMiles y a ver qué sale

¿LA NARANJA?

No me gusta el fútbol

Todo comienza con el deporte escolar y degenera con el paso del tiempo...



Cuando sólo hay unos críos y unos padres ilusionados es hasta idílico... lo importante es participar. No nos engañemos... lo importante es ganar.



Gracias a la ciclogénesis explosiva el partido previsto para ayer a las 11:45 se aplazó a las 19:00, sí, como leéis... salir de casa a las 16:45 y llegar a las 10:30. No me gusta ver los partidos de fútbol, así que nos fuimos a dar una vuelta, tomar un café... y ya aparecimos por el campo en el segundo tiempo, y tan a tiempo de ver cómo hijo, el Nº 3, protagonizaba un feo empujón al más puro estilo "chulo agresivo" con la consiguiente tarjeta roja y expulsión del terreno de juego y abucheo del público adolescente, puras lindezas, y consiguiente abandono de su caótico padre seguido de su novio (el del padre...) y es que es superior a mí verle esas actitudes. Claro, que sin buscar excusas, el ambiente que se genera ... a mí, me entristece y me irrita al mismo tiempo.

Chavales de 15 años que se juegan ¿qué se juegan? las aspiraciones de sus padres... no entiendo que la gente se comporte así y luego se vayan a sus casas tan relajados. Yo estoy todavía entristecido.